Ayer te vi, esta vez no tenia los ojos marrones como la suave tierra de los campos, tampoco tu piel no era tan radiante como el sol o tu pelo como el azabache, ahora eras diferente, tenias ojos del color del cielo en plena tarde soleada, con una piel tan dulce como la miel y un pelo tan brillante como el oro.
Nuevamente, caigo en tu juego, en mi adivinaza, en si eres o fuiste, otra vez me pierdo en mis sentidos, ya no se como eres, que color llevas, como viste, que tal caminas, no se si seguir a la espera o caer en los brazos de quienes me esperan, aunque a despertar sienta que no es el sitio que espero.
Siento frió en las noches ausentes, por que se que llegaras, pero como cuesta esperar, así que adelanta tus paso y alcánzame antes de que muera el sol, no cambies mas de imagen, no me de mas figuras de sombras en el corazón, y déjame vivir eso buenos años que tienes para mi.
Nuevamente, caigo en tu juego, en mi adivinaza, en si eres o fuiste, otra vez me pierdo en mis sentidos, ya no se como eres, que color llevas, como viste, que tal caminas, no se si seguir a la espera o caer en los brazos de quienes me esperan, aunque a despertar sienta que no es el sitio que espero.
Siento frió en las noches ausentes, por que se que llegaras, pero como cuesta esperar, así que adelanta tus paso y alcánzame antes de que muera el sol, no cambies mas de imagen, no me de mas figuras de sombras en el corazón, y déjame vivir eso buenos años que tienes para mi.